GREDOS - PLASENCIA - TOLEDO (parte 2)

DÍA 3:

¡Cachis…ya  me dormido! Tenía pensado levantarme a las 7 para salir a las 8 y ya son casi las 8.Tengo que estar en Plasencia antes de las 13:00 que es cuando se van mis suegros para Jaén ya que ellos se tienen que llevar el saco de dormir, tienda de campaña, el hornillo, la silla… para que Ana se pueda subir en la moto.  Ya no valen los camping ni jugar a las cocinitas, con ella hotel y restaurante (siempre buscando lo más económico claro) , bastante tiene la mujer con tener un novio chalado que en vez de ir de vacaciones en coche como todo el mundo tiene que ir en moto como para encima tener que ir de camping.

Lo lógico sería ir de Madrigal de la Vera hacia Cuacos de Yuste para llegar a Plasencia, pero yo prefiero rodear la sierra de Gredos por su cara norte y a si subir el mítico puerto del Pico y luego pasar por Hervas a ver el museo de la moto y el coche antiguos, Y  todo esto para antes de las 13:00, uff.


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Para un poco antes de la 9 tengo todo recogido y estoy listo para salir. intento no pararme demasiando pero hay estampas en las que uno no tiene más remedio que pararse contemplar y fotografiar.

Subiendo por primera vez el puerto del Pico, ¡que curvas, quiero más!

Mis ganas de curvas se ven saciadas con la carretera que bordea la sierra de Gredos por su cara norte (AV-941), con un tráfico prácticamente nulo.

Una pena tener que encontrarme con el desolador paisaje que dejan las llamas tras de sí, unas llamas que en la mayoría de los casos son provocadas por el hombre, ya sea intencionadamente o por descuido al no tomar la precauciones convenientes. Debemos de concienciarnos, tomar las precauciones necesarias para que esto no suceda, porque  nuestra vida no es posible sin la naturaleza, nosotros formamos parte de ella aunque a algunos no se les meta en la cabeza.

Precioso municipio el de Hervás, lastima no tener tiempo suficiente para recorrer sus calles tranquilamente.

Museo de la moto y el Coche Clásico de Hervás, ¡visita imprescindible para todo motero que se precie! Muy muy recomendable. El precio de la entrada son 9 euros y permiten hacer fotos en el interior.

Veis los platos con tierra que tienen las motos debajo para no manchar el suelo con las gotas de aceite, pues yo estuve a punto de pedir uno para no ensuciar el suelo con las babas que se me iban cayendo al ver estas autenticas preciosidades.

Solo por ver el diseño de los 8 pabellones que albergan las motos ya merece la pena la visita y en el tejado de uno de los pabellones hay un mirador desde el cual se puede ver Hervás y su sierra.

Abrid bien los ojos que empieza el desfile de modelos.

Motor rotativo.

Terminada mi visita (no me quisieron dar ninguna moto de recuerdo) salgo flecado para Plasencia.  Solo llegue 10 minutos pasadas las 13:00 a sí que tampoco los hice esperar demasiado.

Metemos en el coche todo lo que no me sirve y nos despedimos de los padres de Ana.

Nos alojamos en el hostal Real, 44 euros la habitación doble mas desayuno, parking gratuito. Lo recomiendo, trato muy amable y habitación limpia.

Después de comer en el restaurante del hostal (tienen un menú del día muy variado por 11 euros) salimos a dar una vuelta tranquilamente por la ciudad.

En una tarde poco nos va a dar tiempo a ver de la ciudad, pero no me importa, Ana se queda este año a estudiar en Plasencia, a si que ya tendré tiempo de conocerla en profundidad.

Es la primera vez que vengo a Plasencia, lo único que conocía de la ciudad es que Roberto Iniesta se crio en ella. He de decir que me ha sorprendido, la imaginaba distinta, no tan verde, de Extremadura solo conocía la parte sur en donde tengo familia y por esos lares abunda mas la dehesa.

El acueducto o arcos de San Antón, justo por debajo pasa la ruta de la plata (N-630).

¡Escaleras automáticas para subir las cuestas! Que avanzados.

Seguimos paseando por la ciudad.

Convento de Santo Domingo siglos  XV – XVII, actual parador de Plasencia.

Catedral de Santa María de Plasencia o catedral Vieja, de estilo  románico y gótico construida entre los siglos XIII – XV y catedral Nueva de estilo gótico y renacentista, siglo XVIII. . La entrada son 3 euros y aunque en el interior hay carteles con la prohibición de sacar fotografías la señora de la taquilla al verme con la cámara en la mano me dijo que podía hacer fotos.

Unión entre las dos catedrales.

El ayuntamiento y el abuelo Mayorga que cada hora en punto golpea la campana.

Aprovechamos las últimas horas de sol para visitar el parque de La Isla situado al sureste de la ciudad junto al rio Jerte.

El parque en sí es una zona verde muy bonita, con una gran arboleda y césped. Ideal para dar largos paseos. Se encuentra situado entre el cauce normal del río Jerte y un canal artificial que forma un ramal de dicho río. El canal se prepara en verano para como piscina natural.

Para cenar nos vamos de tapas. Parece ser que no solo en Andalucía  se tapea bien eh.

Al regresar al hostal me encontré con una preciosa Moto Guzzi V11 en el parking. Que preciosidad y que pocas se ven. A la mañana siguiente tuve oportunidad de hablar un poco con el dueño.

DÍA 4:

Hoy tenemos que ir hasta Toledo, lo haremos bordeando Gredos esta vez por su cara sur, como siempre sin pisar autovías que me estreso

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No podemos pasar de largo sin visitar el monasterio de Yuste donde paso sus últimos días Carlos Baute… o…  era Carlos V… bueno un tal Carlos, jeje.

El monasterio data de principios del siglo XV aunque el convento actual se reconstruyó sobre las ruinas del viejo monasterio que sirvió de residencia al emperador en los dos últimos años de su vida (1556–1558). Fue declarado en 2007 como patrimonio europeo.

La entrada es de 9 euros (un pelín caro) y no se permiten fotos en interiores.  Muy bonito pero hay más habitaciones en las que no puedes entrar que en las que te dejan. 

Siguiente parada Garganta de la Olla, y con el calor que hace no dudo en quitarme la ropa y tirarme a unas de sus pozas naturales.

Seguimos el camino haciendo paradas para descansar y sacar alguna foto.

Jardines del parador de Jaranilla de la Vera.

Llegamos a Toledo a eso de las 4:30, no hemos reservado hotel, pero móvil + tarifa de datos + booking facilita mucho la vida.

Final mente nos decantamos por el hotel María Cristina, 73 euros por noche la habitación doble con desayuno – bufet. Buen trato del personal, habitación limpia y desayuno sobresaliente, pero lo mejor del hotel es su situación justo al lado del antiguo hospital de Tavera y muy cerquita de la Puerta de la Bisagra, a si que sin tener que coger la moto en cinco minutos andando estamos dentro del casco histórico de la ciudad.

Después de haber descansado un buen rato salimos a dar una vuelta. Ya no hay nada abierto para visitar, pero el simple hecho de pasear por Toledo es un placer para la vista.

Antiguo hospital de Tavera.

Puerta de la Bisagra.

Correteamos sus estrechas y empinadas calles.

Plaza de Zocodover.

Catedral de Santa María de estilo gótico años  1226 – 1493.

Cayó la noche sobre Toledo.

¡Cuánto mosquito!

DÍA 5:

Hoy lo primero que toca visitar es el Alcázar – museo del Ejército. La entrada cuesta 5 euros y no se pueden sacar fotografías en interiores (aunque siempre alguna se escapa).  Es visita obligatoria y muy recomendada para quien le guste la historia. A mí me a gustando un montón la visita, el edificio es inmenso y hace falta la mañana entera para verlo por completo. Para mi gusto quizás se ha construido un edificio demasiado moderno para la historia que tiene el Alcázar.

Al fondo podemos ver la academia de infantería.

¡A comer!

A ver que nos depara la tarde… vamos a empezar viendo la hermita del Cristo de la Luz, anteriormente mezquita de Bab Al-Mardum. Fue construida en el año 999, la época de esplendor del califato de Córdoba. La entrada cuesta 2,50 euros y se permite hacer fotografías. Desde el jardín de la mezquita se tiene unas buenas vistas de parte de la ciudad.

Hermita de la Virgen del Valle, es de entrada gratuita pero a la hora que llegamos solo se podía pasar al patio y a una sala donde había una exposición de cuadros y esculturas que a mi me gustaron. Se permite sacar fotos.

Cogemos la moto para subir por la carretera que lleva al parador donde podemos obtener las mejores vistas de la ciudad al ocaso.

Un último paseo por estas calles toledanas.

DÍA 6:

El regreso a casa, todo llega a su fin. Nos han quedado muchas cosas que ver de Toledo, pero eso es un buen motivo para volver.

Regresamos a casa evitando las autovías. Esta ruta es una buena opción para bajar o subir del centro de la península al sur sin pasar por las monótonas autovías.


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La maquina al llegar a casa. Ni una sola queja, como siempre, solo gasolina, grasa en la cadena y te llevara el fin del mundo,

Vaya tochacos os suelto, pero espero que lo disfrutéis.

Vsss!!!

                             ----- DAVIDGSA-----