jueves, 17 de enero de 2013

MIS MOTOS


Vamos a dar un repaso a las motos que he tenido hasta el momento. No os creáis que han sido muchas, pero para mis 27 años recién cumplidos no está mal, yo no me quejo.

Saber las motos que ha tenido un motero es una buena forma de conocer de dónde viene y a donde va, una especie de biografía motera.

A si pues, vamos con la mía.

- SUZUKI MAXI
Empecemos por los comienzos. Tendría unos siete u ocho años. Aún recuerdo con nitidez, aquella tarde de verano en que mi padre me monto a horcajadas en la parte delantera de su por entonces Suzuki Maxi. Él me decía que cogiese el manillar de la moto y le diera gas, mientras controlaba que no nos fuésemos al suelo. Yo, me negaba, me daba miedo, y mi padre me decía; que si nunca pensaba llevar una moto, a lo que yo respondía; que no, yo nunca voy a ir en moto.

Pero si uno nace motero… ya nada se puede hacer para evitarlo, se lleva en las venas y tarde o temprano a de aflorara.

Y así fue. A los 12 años de edad, ya no pensaba en otra cosa más que en motos. En cuanto tenia oportunidad cogía la pequeña Suzuki de mi padre, sin que él se diera cuenta. En mas de una ocasión me pararon los municipales de mi pueblo  -¡pero donde vas! No ves que no tienes edad para llevar un ciclomotor. De que vea a tu padre se lo voy a contar-  pero claro, hace unos años y en un pueblo no estaba la cosa tan seria. Las edades para conducir, el llevar puesto el casco, espejos… la gente se lo tomaba como simples recomendaciones.

Me acuerdo que la moto del momento era la Rieju RR. Yo soñaba todos los días con tenerla, pero aún me faltaban dos años para cumplir los 14. ¡Que angustia más grande! Un motero sin moto, atrapado en el cuerpo de un chiquillo de 12 años.


estado actual


- BETA RK
¡Por fin llegaron los 14! Y después de mucho insistir, llorar y patalear, mi padre accedió a comprarme la moto. La elegida finalmente, fue una Beta RK. Para mí, la mejor moto del mundo mundial. Os aseguro que por muchas motos y muy buenas que me pueda comprar, nunca jamás  ninguna me llegara hacer la misma ilusión que me hizo aquel  día de verano del 2000, sacar del taller mi tan ansiada primera moto. Porque para mí era una moto. Llamarla ciclomotor seria como llamar a un policía funcionario. Que lo es pero…

En aquella época nos juntamos un buen grupo de amigos que lo pasábamos estupendamente con nuestras motos por el campo. Otra cosa buena de tener moto en un pueblo era que aumentaba el radio de chochetes a tu alcance (very important en esas edades), ya que podías ir a echarte novia en el pueblo vecino y luego ir al siguiente a echarte otra (vale, lo confieso, me seguía comiendo los mocos, pero por lo menos lo intentaba).

Con ella también descubrí mi afición por la mecánica. Todo buen motero ha de saber meter mano correctamente a su chica.

Que buena época. Nosotros sí que sabíamos disfrutar de las motos, no como la juventud de ahora, con sus escutres. Los pocos que se deciden por una de marchas la pintan de rosa, le ponen la pegatina del conejito de playboy y le montan un escape bajo. ¡Qué asco de juventud! 
Seguramente las generaciones anteriores también pensaban eso de nosotros.

foto sacada hace 3 años justo antes de venderla

en el vértice geodésico de Pachena (Porcuna)

concentracion de Escañuela (año 2003)

- LA PUCHITA
Esta moto la compramos entre unos amigos para divertirnos. La Puchita la llamábamos. No tenía papeles, tampoco los queríamos. Un día se rompió y le metimos fuego en un descampado. Descanse en paz.

era una igual a esta que he sacado de internet

- PIAGGIO ZIP
Otra moto que también use bastante en mi juventud y que aún sigo usando es esta pequeña Zip de mi hermana, a la que finalmente he dado yo más uso que ella.

carretera Porcuna - Arjonilla

este año en el Cerro de la Cabeza

en el río Jandula

- SUZUKI GSX-R 600
Los años pasaban y yo nuevamente deseaba dar un salto en el tiempo para llegar a los 18 y así poder tener una MOTO de las grandes. Pero en el camino sucedió algo. Me eche novia y me encoñe de tal forma que casi se me llegan a ir las motos de la cabeza. Pero tranquilos, no os asustéis, afortunadamente lo dejamos. Empecé a volver a salir con los colegas que los tenía un poco abandonados y…. ¡coño! Si a mí me gustaban las motos.

A los 19 la locura por las motos volvió a entrar en mi cabeza, y a los 20 recién cumplidos y después de muchas discusiones con mis padres, que se oponían rotundamente, me compre una flamante Suzuki GSX-R 600.

No sé por qué me compre una moto de carretera, porque la verdad es que de chaval siempre había soñado con motos de campo.

Experiencia anterior, solo ciclomotores. Pero hay estaba yo, con una 600cc de 125cv que por supuesto solo limite en papeles. Y no llegue a comprarme una 1000cc porque aún no tenía los dos años de carnet necesarios para poder llevarla.

En muchos foros he leído que no es bueno comprarse una moto con tanta potencia de primeras, ya que es mejor para aprender ir subiendo de categoría poco a poco. Pues a mí, se me dio “bien”. Prueba de ello fueron tres caídas, unos cuantos juegos de deslizaderas gastadas  y 4 puntos menos del carnet.

A ese ritmo solo podía ocurrir dos cosas; que me quitasen el carnet (y eso era lo mejor que me podía pasar), o que me dejase la vida en una curva cualquiera. Y si yo pierdo la vida por mi conducción irresponsable ¡que me den mucho porculo! Que para eso me lo he buscado. Lo malo es que con mi irresponsabilidad estaba poniendo en peligro a los demás usuarios de la vía.

Menos mal que los años han hecho cambiar mi actitud y manera de ver el mundo de las motos a tiempo. Ahora, disfruto mucho más y de una manera mucho más sana y responsable. Si pudiese volver al pasado y decirme a mí mismo los imbécil era… seguramente me entraría por un oído y me saldría por el otro.

Se suele comparar el montar en moto con hacer el amor. Pues bien, mi paso por el mundo de las RRs fue como ir de putas sin condón. Tarde o temprano debía de ocurrir una desgracia.

Os podía haber contado que mis comienzos en las motos de gran cilindrada fueron dando tranquilos paseos con los amigos, disfrutando del paisaje, haciendo una conducción responsable y sin sobre pasar nunca los limites. Pero, intento hacer un blog sincero. Os estoy contando mis comienzos y estoy seguro, no, se, que es el de muchos de vosotros en mayor o menor medida, por mucho que luego en los foros nadie haya pasado de 120km/h.

Mi experiencia me dice que solo hay tres clases de usuarios de deportivas:

-            -  Locos temerarios irresponsables: (entre los que me encontraba yo.) Un peligro, deberían prohibirles comprar la moto.

-            -  Chulos de terracita corre rectas: (aquí se encuentran el 70% de usuarios de deportivas). La mayoría no tienen ni puñetera idea de llevar una moto. Ni falta que les hace, ya que lo más que harán será poner la moto a todo trapo en una recta, para luego, cuando lleguen a la terracita del bar a lucir sus máquinas, puedan decir; la he puesto a tanto. Algunos compran la moto pensando que van a ligar más, cuando la realidad, es que se liga más a los 14 con un vespino que a los 25 con una 1000RR de la muerte.

-            -  Locos temerarios con sentido común: (a este grupo es al único que se le debería de vender una moto. desgraciadamente es el más minoritario). Para llevar una moto de estas características hay que estar un poco loco y ser algo temerario, si no es así, no las disfrutaras como se merecen. Pero hay gente que aparte de locura y temeridad tienen algo de sentido común (y dineros en la cartera) para usarlas en un circuito.

A los dos años de tenerla, algo cambio en mí. Me di cuenta que no podía seguir así. El tercer año apenas la cogí. Ya no me llamaba la atención correr y este tipo de motos no son capaces de darte sensaciones si no es corriendo. Tenía que cambiar de moto si no quería perder la ilusión.

con los plásticos de coronita que no tarde mucho en estrenar en la carretera del Cerro de la Virgen de la Cabeza


circuito de Guadix

- APRILA DORSODURO 750
Esa moto puente entre lo que antes era y lo que soy ahora fue la Aprilia Dorsoduro 750. Un juguete, divertida, ágil y feroz si lo pretendes. Con esta juguetona maquina volvía a recuperar la ilusión por las motos. Más cómoda que una deportiva, para hacer salidas en plan tranqui y disfrutando del paisaje e incluso algún que otro viajecito. Eso no quiere decir, que en carreteras reviradas  fuese una autentica máquina, que llevada con buenas manos era capaz de humillar a la deportiva más radical.

Poco a poco, me fui dando cuenta que se disfruta mucho más de la moto cuando no vas tan al límite, que gusta mucho mas llevar un ritmo tranquilo e ir disfrutando del paisaje y la suave brisa mientras vas enlazando una curva tras otra. Al montar en moto uno ha de sentirse feliz y relajado, experimentando esa libertad que nos da el surcar el paisaje sobre nuestra montura, sintiendo que no hay nada malo que nos pueda estropear el momento.

en Cazorla junto a la GSX de mi amigo Jesus

en Granada


en un viaje a Malaga

nacimiento del río san Juan


al regresar de mi viaje a Galicia

- KAWASAKI KX 250
A todo esto llego una nueva compañera para mi Dorsoduro. Como ya os había mencionado antes, desde bien pequeño soñaba con tener una moto de Cross, así que ya era hora, el momento había llegado.

Kawasaki kX 250. Os acordáis de aquel anuncio de Pireli en el que el eslogan decía, “la potencia sin control no sirve de nada”. Pues eso era esta Kawa, todo nervio, todo rabia, una fiera que no se dejaba domar.





- HUSABERG FE 450
En poco tiempo me di cuenta que en realidad lo que más me gustaba era el enduro y no el motocross. Al año de tener la KX la vendí y compre una Husaberg FE450. Una excelente moto con la que he pasado muy buenos ratos con los amigos, chapoteando en el barro como niños.

Las motos de campo, son todo diversión a un bajo coste si las comparadas con las de carretera. Si eres un poco manitas, podrás hacer tú todo el mantenimiento, incluso el reglaje de válvulas es tarea fácil en estas motos.




una ruta de dos dias Porcuna - Cazorla




- KAWASAKI VERSYS 650
La Dorsoduro, había cumplido su cometido de desengancharme progresivamente de las deportivas. Ya estaba listo para cambiar de moto, porque cada vez hacia salidas más largas y muchas veces con Ana (mi novia). Necesitaba más comodidad, autonomía y capacidad de carga. La Dorsoduro no cumplía con ninguna de estas exigencia. No es, ni ha pretendido ser nunca una touring.

Con mucha pena, porque de verdad, ha sido una moto que he disfrutado muchísimo, tuve que venderla. Ojalad tuviese dinero para mantenerlas todas.

Tenía un problema para comprar la siguiente moto. En ese momento tenía demasiados gastos (me estaba haciendo una casa) y solo disponía del dinero que saque de la dorsoduro. A sí que, ¿Qué moto comprar?

Una Kawasaki Versys 650 de segunda mano fue la elegida. Una moto barata, tanto de adquisición como de mantenimiento y que cumplía con mis necesidades. La he ido equipando y poniendo a mi gusto y aunque no es una moto de 15.000 euros puede llevarme a los mismos sitios o más lejos que estas si hace falta. Vosotros mismos lo vais viendo en las crónicas que voy colgando. Tan a gusto estoy con mi nueva nena, que me quedare con ella por mucho tiempo (entre otras cosas porque no tengo el dinero suficiente para ponerle los cuernos).


sierra de Cazorla

junto a Raul en nuestro viaje a los Pirineos


En definitiva, para ser feliz solo necesito ir sobre una moto. Sin ella soy como un pájaro al que han quitado sus alas. Quien no ha experimentado el placer de ir en moto, le costara comprendernos, ya que si lo piensas es irracional viajar en moto cuando puedes hacerlo en coche. Pero montar en moto no es pensar, es sentir. Yo no viajo en busca del destino, si no del camino. Yo busco sensaciones que son imposibles de sacar de una caja con ruedas. Sé que es peligroso, pero es un riesgo que asumo en pos de la felicidad.

Espero poder ir aumentando mi historia con más motos y viajes que contar. Y espero, que vosotros me acompañéis.

Vsss!!!









12 comentarios:

  1. Bonita y emocionante crónica de tu vida junto a tus motos y una de tus grandes pasiones:viajar y disfrutar de los paisajes en moto. Un gran y fuerte abrazo.Jose

    ResponderEliminar
  2. Me siento bastante identificado con tu evolución. Yo también empece con una scooter pequeña y cuando pude, di el salto y compre una ZX6R. Como tu dices, me paso exactamente lo mismo,a los 2 años la deje de andar y al tercero la vendi. Me compre una Tmax, que me ha venido de perlas para salir de vez en cuando e ir a trabajar también.

    Y ahora que....pues necesito algo que me haga recuperar la ilusión por las motos y había pensado en un estilo supermotard como la Dorsoduro o la Hypermotard, veremos en que acaba.......

    V´ssss

    ResponderEliminar
  3. Vaya transformaciones que sufrimos los motoristas; yo ahora tengo tres motos: una scooter para currar, una enduro para desfogar y una bmw con sus maletas para viajar.... y así estoy de feliz, oyes.

    ResponderEliminar
  4. Enhorabuena por el texto de arriba. Tienes muy buen estilo. Seguro que vas a disfrutar mucho en tu nueva perspectiva del mundo de la moto. V´sssss

    ResponderEliminar
  5. Pues yo creo que soy de los moteros que tu describes en el relato, " Chulo de terracita corre rectas" no se si es que no tengo ni puñetera idea de llevar una moto, si es que me da miedo tumbar en las curvas, si es que cuando voy por rectas no tengo prisa, pero ni falta que me hace, ya que lo más que valoro en el fondo es lo que todo motero disfrutar de la moto de la compañia y si es posible poner la moto en la terracita del bar pa lucirla, pero lucirla para m, por que es la que tengo la que me gusta y la que he elegido como compañera de viaje.
    Me a gustado tu paseo... Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hombre Destrodelto, para ser un chulo corre rectas de terracita, te hace falta tener una deportiva. Lo que he dicho de este grupo lo hacía en referencia al sinsentido de comprar una deportiva de 14.000 euros por el simple hecho de lo molona que es. Aunque tampoco los puedo criticar, porque es su dinero, si ellos disfrutan así…, no están haciendo daño a nadie.
      Y sí, yo también termino en una terracita tomándome algo mientras contemplo mi preciosa faromaceta.
      Un saludo Destrodelto. A ver si algún día nos encontramos en alguna carretera y terminamos los dos tomándonos algo en una terracita. Que no nos separan muchos kilómetros.

      Eliminar
  6. Claro que si, yo nunca digo que no a una cerveza
    y menos con tan buena compañia, no dudes en avisar
    cuando pases por estas tierras de Dios.

    Un saludo....

    ResponderEliminar
  7. que buena biografia tio!! me siento identificado con bastantes cosas...un saludo Vsss

    ResponderEliminar
  8. Emocionante tu vida sobre dos ruedas, se ve que la has disfrutado de verdad y eso es lo importante. Mi vida motera es más corta, pero, como tú, tengo la suerte de disfrutar de una versys con la que estoy realmente encantado. Muchas birras y muchas V'ssssss.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya veo, una Versys naranjita. He estado echando un vistazo a tu blog, muy bueno. A ver si algún día nos encontramos por esas carreteras de dios.

      Un abrazo grande y a seguir disfrutando de la grata experiencia de montar en moto.

      Eliminar
  9. Acabo de llegar a tu blog recomendado por Fran, del taller de Torredelcampo, porque dentro de unos días nos vamos a los Alpes suizos y me ha dicho que has estado por allí, y da gusto leerte, oye. Entretenidísimo tu blog.

    A mi también me gusta mucho también la moto de campo aunque por mi edad le doy sólo al trial, que es menos "peligroso" :D

    Me apunto tu blog para seguir tus andanzas.

    Saludos desde Alcaudete.
    Paco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gran mecánico y gran persona Fran.
      Que disfrutes mucho del viaje y ya nos contaras. yo si pudiese me iba otra vez.
      Un saludo Paco.

      Eliminar