jueves, 28 de marzo de 2013

SIERRA ANDUJAR Y CASCADA DE LA CIMBARRA


En estos días que no para de llover, la moto se pone echa un asco y no tengo intención de lavarla hasta que las previsiones meteorológicas den un a tregua de unos cuantos días por lo menos.
Lo bueno de tener la moto sucia es que ya no te da reparo ensuciarla mas. Por lo tanto es buen momento para hacer excursiones que incluyan algunas pistas fáciles y accesibles para la Versys.

Enlazando algunos tramos que ya había hecho con anterioridad por separado, me ha quedado el siguiente trazado a realizar:


Ver mapa más grande

El día antes de la ruta estuve dando unas vueltas por los alrededores de mi pueblo.
Deje la moto aparcada con la patilla y me baje a hacer unas fotos de este mar de olivos que este año se niega a tragar mas agua.

De repente siento a mis espaldas un “¡¡craff!!” y un escalofrió recorre mi cuerpo mientras me giro con miedo, pensando; dios mio que no haya sido la moto. Efectivamente, la pata de cabra se ha hundido en la tierra reblandecida por las ultimas lluvias, con el consecuente aterrizaje forzoso de la moto contra el suelo.
Y diréis; ¡Pero huevón, que haces haciendo fotos a la moto, corre a levantarla! Jajaja, bueno, a uno no se le cae la moto todos los días, este momento había que inmortalizarlo. De todas maneras, la levante un minuto antes o un minuto después el daño ya esta hecho.
Afortunadamente, los paramanos con refuerzo de aluminio, los topes laterales y los soportes de las maletas junto con el suelo mullido por el agua hicieron que de esta tonta caída no quede mas que el recuerdo de una foto.




Bueno, que me voy por las ramas. Vamos con la escapada de hoy que nos llevara a adentrarnos por la sierra de Andujar hasta enlazar con el parque natural de Despeñaperros en donde visitaremos la cascada de la Cimbarra, perteneciente al municipio de Aldeaquemada.

Hoy el día esta tontorrón, pero eso no evitara que hoy salga a ver el mundo que me rodea.
Recuerdo a “los moteros” que se quedan en casa cuando llueve, que la lluvia es solo agua, que no es ácido lo que cae del cielo.


Me paso a recoger a Ana y ponemos rumbo a la conocida carretera de la Virgen de la Cabeza. Antes de llegar al santuario cogemos un desvío que nos lleva al embalse del Jandula. Este desvío comienza siendo una pequeña carretera que en pocos kilómetros pasa a ser una pista llena de baches. Nada con lo que no pueda la Versys o cualquier naked a un ritmo prudente.












embalse del Jandula

Desde el embalse del Jandula hasta la Carolina.
Aquí mejor me callo y dejo que hablen las imágenes, ya que lo que yo pueda decir de seguro se quedara corto.




Como os he dicho estos caminos no son nada para la Versys



























Ya a encontrado Ana la postura


¡Menudo chaparron!




Pero siempre sale el sol.


y el arcoiris






J-5020, anotad el nombre de esta carretera porque os sorprenderá, tanto por su magnifico trazado y estado del asfalto, como por su fantástico paisaje verde, rebosante de arroyos y riachuelos.
¿Que? ¿que no me creéis? Venga, vale... os pongo unas fotos para demostraros que es cierto lo que digo. ¡Pero que no me entere yo que volvéis a dudar de mi palabra, eh!





























Ahora entramos en el parque natural de Despeñaperros para empezar la subida a Aldeaquemada, por una carretera de las que nos gusta a nosotros los moteros; estrecha, ratonera, como una montaña rusa que no para de ascender.




Al llegar a Aldeaquemada cogemos una pista de unos 2km que nos llevara hasta un sendero de unos 30min a pie por el que llegaremos a la cascada de la Cimbarra.













Empieza a llover y lo peor es que dejamos los cascos atados a la moto con la entrada bocarriba.


la bajada se las trae

pero merece la pena



En la foto parece mas chica de lo que es en realidad (20m de altura)





Dejar los cascos a si, un día tan amenazante de lluvia como este... ¡pa que nos maten!
Tuvimos que ponernos unas bragas en la cabeza que tenia en el baúl para no mojarnos mucho (bragas de las que se utilizan como bufanda, ¡mal pensados!)




El regreso a casa fue los peor. Se nos hizo de noche en la bajada. Las curvitas molan de día, pero de noche y con una niebla que no te deja ver mas de dos metros por delante tuya... ya no tienen la misma gracia. Estaba deseando llegar a la autovía, y os aseguro que poquitas veces he tenido yo ganas de llegar a la autovía. De que llegamos a la autovía, ¡un caos! Operación salida de semana santa. Me daba la sensación de que todo el norte estaba bajando al sur.

Llegamos a casa, que es lo importante. Cansados, pero satisfechos. Pensando en la próxima...