SIERRA DE GREDOS – PLASENCIA – TOLEDO. (Parte 1).

Llega septiembre  y las fiestas de mi pueblo. Ya las tengo muy vistas, a si que como otros años aprovecho que no hay que trabajar para pasar unos días de vacaciones con la novia.

El caso es que este año mi novia justo en esas fechas tiene que irse a Plasencia a matricularse en la uni y buscar piso. Por tanto quedamos en que ella se va el lunes con sus padres a Plasencia  y el jueves que ya tendrá todo averiguado paso yo a recogerla, como no en moto. Pasaremos en jueves en Plasencia y el viernes nos iremos a Toledo hasta el domingo que regresaremos a casa.

Yo decido salir dos días antes y marcarme una rutilla por la sierra de Gredos.

Como tengo mucho material fotográfico os dividiré la crónica en dos partes. En esta primera os contare mi ruta en solitario.

El día de antes son todo nervios, preparar todo, cargar la moto… ¡que no se olvide nada!

Día 1:

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Por fin llega el momento de la partida. Me levanto a las 5, he dormido poco, siempre me pasa lo mismo antes de un viaje, los nervios no me dejan dormir. Un poco antes de que den las 6 estoy en marcha.

Es el primer viaje de más de un día que hago en solitario, me gusta la sensación, la libertad que da el poder ir, parar o llevar el ritmo que te dé la gana.

Los primeros kilómetros transcurren en la oscuridad de una noche cerrada, voy por nacionales, en este viaje las autovía están prohibidas, autovía no, autovía caca, jaja.  Al llegar a Puertollano empieza a amanecer, me dirijo hacia el parque Nacional de Cabañeros por pequeñas carreteras aunque con buen firme.

El Tajo a su paso por Puente del Arzobispo.

Ahora toca visitar la localidad de Oropesa.

Imprescindible visitar su castillo que data de los siglos XII y XIII junto al que se encuentra el Parador Nacional de Oropesa. La entrada la castillo cuesta 3 euros.

Desde lo alto del castillo tenemos unas extraordinarias vistas de la localidad y la sierra de Gredos al fondo.

En otra parte del castillo han hecho una especie de laberinto siniestro, no sé muy bien que pinta esto en el castillo pero esta curioso.

Llego al camping “la Mata” situado en la falda sur de la sierra de Gredos, en la garganta de Alardos perteneciente a la localidad de Madrigal de la Vera.

El camping está muy bien y barato, 22 euros me sale estar dos días la moto, una tienda y yo, además puedo elegir el sitio que quiera porque apenas hay nadie ya que es septiembre y entre semana.

El camping esta justo en la delimitación de tres provincias; Toledo, Ávila y Cáceres. Dando un paseo a pie de unos minutos puedes decir que has estado en tres provincias.

Monto el campamento base y me dispongo a comer. Para los dos días que voy a estar solo me he traído comida en la moto y el hornillo, a si que toca jugar a las cocinitas.

Una vez he comido me voy a darme un baño a las piscinas naturales que hay a lo largo de la Garganta de Alardos.

Después del baño una visita al rio Tiétar.

Después aconsejado por la dueña del camping me dirijo a ver el Castro Celta (asentamiento de la edad del hierro, siglo V al  III a.C.) que se encuentra en un lugar llamado el Freillo en la pedanía del Raso perteneciente a Candeleda. Desde aquí tenemos unas estupendas vistas del valle del Tiétar.

La dueña del camping también me dijo que desde aquí sale un camino que lleva a una cascada muy bonita. 

En el Castro Celta pregunto a un guarda y me dice que para llegar son 5km de un camino en mal estado para la moto y luego 1km andando por un sendero y también me dice que a partir de las 9y30 no se le permite el paso a nadie por el camino y son las 7y30. Pese a que el guarda me aconsejase dar la vuelta yo, como no podía ser menos seguí.

El camino no esta tan mal como me esperaba, pero  lo que si esta es muy seco y polvoriento, termino como si me hubiesen tirado un bote de polvos talcos. Eso si las vistas desde el camino muy buenas.

Llego hasta donde no puedo más con la moto y empiezo a andar por el sendero. Se termina el sendero y no veo la cascada por ningún lado, sigo andando campo a través en busca de la cascada. Tras más de dos kilómetros andados, anocheciendo, y sin saber muy bien como volver al sendero desisto de mi búsqueda de la cascada. O me mintieron, o se ha secado, o está también escondida que no doy con ella. No pise el asfalto asta ya de noche. ¡Survivor total! Jaja.

Vuelvo al camping, lavo las zapatillas (menudo estreno les he dado) y me dispongo a cenar, embutidos y una sopa de estrellitas. Después un paseíto nocturno por la garganta que no es bueno acostarse recién comido.

DÍA 2:

Me levanto temprano desayuno, me aseo y me preparo para salir. Al primer sitio que tengo que ir es a un lavadero para limpiarla moto, engrasarla y mirar presión de los neumáticos.  

En la gasolinera conozco a un par de alemanes que se dirigían hacia Portugal.

Después a ver el pantano del Rosarito que este año está muy bajo debido a la sequia.

Ahora voy hacia Cadeleda a ver la casas de las Flores – museo del juguete de hojalata.

Aller llame al dueño y quedamos en que a las 11 estaría abierto, a si que mientras doy una vuelta por el pueblo para hacer tiempo.

Están a punto de comenzar las fiestas del pueblo y la plaza Mayor se combierte en una plaza de toros.

Llegan las 11 y la casa de la Flores no abre, llamo al dueño y me dice que no puede abrir porque tiene otro compromiso. No me molesta que le haya surgido algo, eso nos puede pasar a todos, lo que me molesta es que no me haya llamado para avisarme, si hubiera venido de lejos expresamente para verla me hubiese dada con un canto en los dientes.

Como me quedado sin plan cojo una carretera que pone dirección Arenas de San Pedro. Al poco rato de abandonar Candeleda me encuentro con estas extrañas obras de arte justo al lado de la carretera.

Fijaros en esto, está hecho con piedras del tamaño de un puño y no me di cuenta que era una cara hasta que no vi la foto, a simple vista desde la distancia que hice la foto no se apreciaba, tenias que irte más lejos.

Estoy alucinando con la carretera esta, de las mejores que he visto, un diez en curvas, un diez en asfalto y un diez en paisaje, además apenas hay tráfico. Tendré sueños calientes con las curvas de esta carretera. Además a lo largo de la carretera salen muchos senderos y piscina naturales, que si tuviese más tiempo examinaría uno a uno.

Después de una buena tanda de curvas llego a la preciosa localidad de Arenas de San Pedro.

Y como no visitar el castillo de la Triste Condesa, construido por el Condestable Ruy López Dávalos entre 1395 y 1423.

Vuelvo al camping para comer y después darme un baños en la garganta. 

Iglesia a la salida del camping.

Por la tarde quiero ir a ver Villanueva de la Vera y Valverde de la Vera.

Quedo impresionado de estas localidades, ¡que casas, que callejuelas, tejados que se tocan unos con otros…!

Villanueva de la Vera:

Valverde de la Vera:

Queda poco para que anochezca, ¿y qué es lo mejor que puede hacer uno al anochecer? Pues sí, ir a un cementerio militar alemán en Cuacos de Yuste donde se hayan enterrados aviadores de la primera y segunda guerra mundial abatidos en territorio Español.

Pedazo de mosquitos nazis mutantes del tamaño de un centollo que hay en el cementerio, no me quito ni el casco que estos como me piquen me chupas hasta el alma.

Ya de noche me vuelvo al camping a cenar y acostarme pronto que mañana será un día largo. Pero tendréis que esperar a la segunda parte de la crónica para saber que me pasa y que cosas veo.

                            

             DAVIDGSA.